En un artículo que salió en ElPaís (2016, no recuperado), comentaba que la palabra “replanchingado”, que en español colombiano y más precisamente vallecaucano significa ‘estar recostado con la barriga explayada’. Sin embargo, esta palabra tiene otra forma de decirse, que es “replanchigado”, sin la segunda “n”.
En el artículo se decía que está relacionada con una palabra aceptada por la Real Academia, y es “repantingarse”, que también tiene la variante sin “n”: “repantigarse”. Esta proviene del sufijo “re” (intensificación) + “panticis” en latín, que significa ‘panza’. La palabra “panticis” ha debido producir una forma “pantica” que terminóen “pantiga”, de ahí “re” + “pantigado”, con la adición de “-ado” para hacer el adjetivo. Así pues, la forma más original sería sin la segunda “n”, como en “repantigado”.
Posteriormente el hablante vallecaucano mezclaría esta palabra con otra, la palabra “plancha”, para darle más fuerza expresiva. Así pues, la palabra “replanchigado” sin la segunda “n” es la más cercana al original latino.
¿Por qué entonces apareció una segunda “n” como en “replanchingado”? Posiblemente por una mecánica sonora del español, que tiende a agregar una “n” para facilitar la pronunciación. Esto ocurre, por ejemplo, en palabras como “tropezar” que algunas personas pronuncian “trompezar” o “zabullir” que terminó en “zambullir” (Álvarez Nazario, 1990).
Referencias:
Álvarez Nazario, M. (1990). El habla campesina del país: Orígenes y desarrollo del español en Puerto Rico (pp. 1–594). Editorial de la Universidad de Puerto Rico.