jarto, jartera

Hay una palabra que se usa tal vez solo en Colombia con “j” inicial (fonema /h/): “jarto”. En español estándar es “harto”, es decir, no tiene consonante inicial. Significa “cansado” o “fastidiado”. Proviene del latín “fartus”, que significado “relleno” según Joan de Corominas. “Harto”, en el sentido de “cansado”, parece un sentido metafórico del significado original que tenía en latín. Alguien que está cansado es porque está tan “lleno” de obligaciones que ya no puede soportarlas.

El sonido “f” inicial del latín cambió a un sonido “j” (fonema /h/) en español medieval, que empezó a omitirse hacia el siglo XV en dialectos norteños de España. Esto llevó a la desaparición de /h/ inicial en español estándar, pero ha sobrevivido en palabras como “jediondo” (que huele mal) por /edióndo/. También sobrevivió en la escritura, por eso muchas palabras conservaron la escritura de la “h” inicial, como en “hediondo”, aunque no se pronuncie.

Lo curioso es que en Colombia es terrible decir “jediondo”, pero es común decir “jarto”, cuando se trata exactamente del mismo fenómeno. Una extensión de este fenómeno es decir cosas como “juerza” o “juimos”, que se oyen muy mal, pero igual todo el mundo dice “eso tan jarto” o “qué jartera” sin problemas. Si alguien dijera /árto/ (=harto) o /artéra/ (=hartéra) , sonaría bastante pedante como ser soportado por su grupo de amigos.            Otra cosa curiosa es que la gente dice “había ártos/ libros” por decir “había muchos libros” sin consonante inicial. Es decir, como sinónimo de “muchos” sí se usa la forma estándar, pero como sinónimo de “cansado” o “aburrido” se usa el sonido /h/ representado con “j”.

Hay una palabra que se usa en Colombia, pero también en toda Hispanoamérica y es “jalar”. Esta es sinónimo de “halar”, y ambas aparecen aceptadas por la Real Academia sin restricción geográfica. En Colombia, ambas significan “tirar hacia sí de algo”, como jalar una cuerda o jalar una puerta para abrirla.

El significado de “jalar” en Hispanoamérica es bastante amplio comparado con su etimología: “halar” significa tirar de una lona de un barco o un remo. Es decir, su significado proviene del léxico marinero.

Según Corominas, “halar” fue introducida en el siglo XVI por la lengua francesa. En América, siendo una palabra de jerga marinera, se extendió al uso común y amplió su significado. Esto es comprensible cuando pensamos que los primeros colonizadores de América fueron marineros, y en ciertas regiones como el Caribe o las costas había muchos marineros que introdujeron sus palabras.

Referencias:

Corominas, J., & Pascual, J. A. (1980–1991). Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (Vols. 1–6). Gredos.