ataúd / ataúl

“Ataúd” es el cajón donde nos guardan cuando yacemos sin vida en el valle de los acostados. Es el designio último de la Parca para los que tuvieron a bien dejar un dinero para poner a descansar su cuerpo. A los plebeyos les toca una fosa común, un florero o ser carne para las pirañas. Tener un ataúd digno es más un descanso para sus allegados, para los que tienen el privilegio de enterrar a los suyos en un buen cajón, porque los demás ni siquiera se permiten decir esta palabra y dicen “ataúl”. De niña yo también entendía “ataúl” y alguna vez alguien me corrigió hasta que lo supe con certeza: es ataúd y no ataúl.

No parece ocurrir lo mismo con otras palabras terminadas en D. No es habitual escuchar “ciudal”, “universidal”, “libertal”… Digamos que es por influencia de la U, porque la U retrae la lengua más hacia atrás y ocasiona este efecto lingual, como diría una estudiante mía. Entonces debería ocurrir lo mismo con “salud”, pero ¿hay quien dice “salul”? No parece una variante tan habitual como “ataúl” si es que alguien diga “salul”. Digamos que es por influencia sí de la U en el diptongo. Tal vez la única palabra sería “laúd”, y esta no es una palabra que se diga habitualmente. Si alguien la dice, seguramente la conoció por escrito primero y sabe perfectamente que termina en D.

Según el diccionario de la Real Academia, es una palabra de origen árabe. Proviene de  at-tābūt, que significa “cajón” o “cofre”. La palabra aparece en el Corán como el lugar donde se depositaron los restos de Moisés.

Si tomamos la etimología, pues, debería decirse como mínimo “atabut”, o sea que ya solo “ataúd” está muy lejos del original. En 1650, aparece la forma “atabut” en el CORDE en 1650, y “atabud” en 1349. En cambio, “ataúd” está ampliamente documentado con 976 casos desde 1240. La alternancia entre D y T a final de sílaba es un fenómeno muy común en español que no requiere mucho pensamiento. Por ejemplo, mucha gente dice “ciudat” inadvertidamente cuando trata de pronunciar bien “ciudad”. De hecho, el CORDE arroja 5625 casos de “ciudat”. Y sí hay casos de “ciudal”, pero solo tres: en 1391, 1575 y 1491. De “ataúl” los casos no son tan antiguos, y la mayor parte los escribe Tomás Carrasquilla, quien estaba intentando copiar el lenguaje coloquial. Parece estar documentada en otras áreas del español popular tanto en Zamora (González Ferrero, 1990), Costa Rica (UCR, 1978, p. 26-27), Argentina (Vidal de Batini, 1980, p. 123 y 128), e incluso en Filipinas (Quilis y Casado-Fresnillo, 2008, p. 332). Y en Lope Vega aparece un personaje que se llama “Ataúl“.

Es muy probable que por ser una palabra de origen árabe se haya afianzado con más resistencia la alternancia con L. De hecho, es posible que desde la introducción del arabismo la T final haya tenido una articulación similar a la L. El sonido representado con el árabe ت  pudo haber tenido una pronunciación lateral faringalizada. Hagan click en el link para escucharlo si el término les resulta misterioso. Entonces los que decíamos “ataúl” de niños o los que continúan diciendo “ataúl” de adultos no estamos tan desfasados. Puede haber una buena explicación para eso.

Referencias:

González Ferrero, J. C. (1990). Palabras y expresiones en el habla de Toro (Zamora). Imprenta Siris. En una versión anterior se mencionó la palabra en este texto, pero no pude encontrarla de nuevo.

Lateral faringalizada. (s.f., s.a., sin nada) https://www.youtube.com/watch?v=xRIaw4VIqEs

Quilis, A., & Casado-Fresnillo, C. (2008). La lengua española en Filipinas: Historia, situación actual, el chabacano, antología de textos. Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Real Academia Española. (s.f.). Corpus Diacrónico del Español (CORDE). Recuperado de https://corpus.rae.es/cordenet.html

Universidad de Costa Rica. (1978). Revista de Filología y Lingüística, 4. Recuperado de https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/filyling/issue/view/1554

Vega, F. L. de. (1969). Obras completas de Lope de Vega (Vol. 3). Ediciones Atlas.

Vidal de Battini, B. E. (1980). Cuentos y leyendas populares de la Argentina. Tomo 1. Ediciones Culturales Argentinas. Recuperado de https://www.cervantesvirtual.com/obra/cuentos-y-leyendas-populares-de-la-argentina-tomo-i–0/